jueves, 20 de agosto de 2009
¡EL ÁRBOL ES LA IMÁGEN DE PERFECCIÓN!
¿Sabes por qué un árbol es perfecto? ¡Porque se limita a obedecer al Señor! Crece sólo para Su gloria y según Su voluntad, y produce exactamente lo que se le ha ordenado. Da frutos y flores; es fuerte y bello, cumple su misión en la vida. Jamás se rebela; se somete y cede, se doblega e inclina ante la Voluntad de Dios. ¡Sonríe todo el día y alza sus frondosos brazos en alabanza al Señor! "Bienaventurado el varón cuyo deleite es la ley del Señor. ¡Será como árbol plantado junto a corrientes de aguas, que da su fruto en su tiempo y su hoja no cae, y todo lo que hace prosperará!" (Sal.1:1-3) Ayúdanos, Señor, a ser como los árboles, plantados con firmeza en Tu suelo, alimentados con el agua de Tu Palabra y abonados con el alimento de Tu propio cuerpo. Señor, Tú eres como la tierra en la que crecemos, sobre la que nos erguimos, de la que dependemos y sin la cual no podríamos existir. Ayúdanos a ser fuertes y fieles, como árboles que crecen para Tu gloria, fructíferos y útiles, obedientes y llevando a cabo la misión que nos encomendaste: crecer, dar fruto para Tu gloria y ser una bendición para los demás. ¡En el nombre de Jesús, amén! (Jn.15:8)
La Familia
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