Un día le pedí a Dios instrucciones para vivir en esta tierra... Dios acercó su voz a mi oído y me dijo:Sé como el sol: Levántate temprano y no te acuestes tarde.
Sé como la luna, brilla en la oscuridad, pero sométete a la luz mayor.
Sé como los pájaros, come, canta, bebe y vuela.
Sé como las flores, Enamoradas del sol, pero fieles a sus raíces.
Sé como el buen perro obediente, pero nada más a su Señor.
Sé como la fruta, bella por fuera, saludable por dentro.
Sé como el día, que llega y se retira sin alardes.
Sé como el oasis, da tu agua al sediento.
Sé como la luciérnaga, aunque pequeña emite su propia luz.
Sé como el agua, buena y transparente.
Sé como el río, siempre hacia adelante.
Y por sobre todas las cosas, sé como el cielo: La morada de Dios.
Enséñame a hacer tu voluntad, porque tu eres mi Dios, tu Espíritu bueno me guíe a tierra de rectitud. Salmo 143:10 Señor, no permitas que me quede donde estoy. Ayúdame a llegar a donde tú esperas que llegue.
viernes, 21 de agosto de 2009
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